Ahora lucirá en tu cuello, pero antes estuvo en las fauces de un enorme lobo o ¿era un tiburón? No, este colmillo perteneció a un Rex. Bueno, a lo mejor era de oso, o de tigre o león, o de dragón.
Colmillo de temible fiera que ahora brilla con tu NOMBRE.
El cordón, del color que elijas, es ajustable y sin piezas metálicas, sistema de nudos. Así que lo podrás poner pegadito al cuello, tipo gargantillas, o más suelto, tipo collar. Tú decides. Ah, fabricado en Elche, que de cordones saben lo suyo.